jabón blanco



                                             


Margarita jugando en su bañadera, gastó todo el shampú disponible.
Juró que estaba bajo mi supervisión , pero en un momento de distracción maternal, se lo apropio y armo un volcán de burbujas, desabasteciendonos del comestico.

A la noche cuando me fui a duchar, maldije esa distracción maternal, porque sumado a ese desliz se desencadeno el olvido de la compra de shampú.

Pues bien había que resolverlo, opción A :
Revolver en los souvenirs de nuestros padres viajeros, mucho shower bath pero ningún shampú , maldición!

Ya fue , le mando shower gel.
Mi cráneo no va a notar que lo estoy engañando en definitiva ese complejo producto de baño también debería hacer espuma.
Desistí, no le tengo confianza a la cosmética hotelera.

Uso Magistral? según mi madre los shampús económicos son detergente puro.

Hasta que tuve una inspiración vintage.

Me lavo con jabón blanco.

Y así fue,  bien de abuelita, de campo, de conventillo...

Me lave el pelo con jabón blanco y fue un viaje de ida, brilloso, sedoso y limpio.

Que tanto químico en el cuerpo, cremas para todo , maquillaje, mascaras, crema para peinar, siento que me unto todo el tiempo en petroleo.

Después de todo, sabes cuando me siento  mas linda?

Cuando el pelo me queda como un nido de ave después de que las olas me revolearon, los mofletes colorados por el sol, la ropa descombinada total acá no me conoce nadie  y a veces hasta con olor a humo si pinto camping y fogón ( cuando me voy de vacaciones me llevo ropa que jamas me pondría en mi vida cotidiana)

Así, cuando estoy relajada, descansada y sin tanto prejuicio.

Moraleja: hay que viajar y lavarse el pelo con jabón blanco.




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